viernes, 26 de agosto de 2011

Que el silencio nos tome por sorpresa

Al principio crees tener todo bajo control.
Cuando tienes una duda sobre como actuar, sólo tienes que seguir un modelo dado
La forma de resolver problemas, de hablar y de moverse en el mundo que tienen tus mayores, tus padres, tus abuelos o tus tíos.
Todas las piezas del rompecabezas están en su lugar, no hay nada que temer, como cuando ibas en el asiento trasero del coche en carretera, y tus padres en la parte delantera con todo bajo control, uno solo tenía que recostarse sabiendo que llegarías a tu destino sin sobresaltos.
Luego todo se empieza a descomponer, uno debe tomar sus propias decisiones y alguien como yo, se empieza a desmarcar de los que siguen a su lado el camino.
Ellos se van adaptando más facilmente, van entendiendo códigos y patrones que para mi no son comprensibles, saben siempre que sigue, y yo solo voy en penumbra.
Ellos deciden que no estarán solos, y no solo eso sino que lo resuelven, crean mundos de la nada y se compenetran con una mujer que incluso los quiere.
Yo por el mero placer de seguir vivo y sin pretensiones avanzo aún, con la esperanza de que todo encuentre su lugar.
Pero poco a poco las promesas quedan incumplidas, y no solo quedan incumplidas sino que alguien parece burlase sarcásticamente de todas ellas y empeñarse en ridiculizarlas.
Así, sin entender nada llego a cierta edad que ya no es joven pero tampoco es de un viejo, ya no sigo si no es por inercia.
Y solo esperando que el silencio me tome por sorpresa, como si fuera un hecho consumado.

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