Al principio crees tener todo bajo control.
Cuando tienes una duda sobre como actuar, sólo tienes que seguir un modelo dado
La forma de resolver problemas, de hablar y de moverse en el mundo que tienen tus mayores, tus padres, tus abuelos o tus tíos.
Todas las piezas del rompecabezas están en su lugar, no hay nada que temer, como cuando ibas en el asiento trasero del coche en carretera, y tus padres en la parte delantera con todo bajo control, uno solo tenía que recostarse sabiendo que llegarías a tu destino sin sobresaltos.
Luego todo se empieza a descomponer, uno debe tomar sus propias decisiones y alguien como yo, se empieza a desmarcar de los que siguen a su lado el camino.
Ellos se van adaptando más facilmente, van entendiendo códigos y patrones que para mi no son comprensibles, saben siempre que sigue, y yo solo voy en penumbra.
Ellos deciden que no estarán solos, y no solo eso sino que lo resuelven, crean mundos de la nada y se compenetran con una mujer que incluso los quiere.
Yo por el mero placer de seguir vivo y sin pretensiones avanzo aún, con la esperanza de que todo encuentre su lugar.
Pero poco a poco las promesas quedan incumplidas, y no solo quedan incumplidas sino que alguien parece burlase sarcásticamente de todas ellas y empeñarse en ridiculizarlas.
Así, sin entender nada llego a cierta edad que ya no es joven pero tampoco es de un viejo, ya no sigo si no es por inercia.
Y solo esperando que el silencio me tome por sorpresa, como si fuera un hecho consumado.
viernes, 26 de agosto de 2011
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